Paseabame yo ayer de mañana temprano, por las dársenas de fomento intentando ver si el agua estaba gorda, como dicen los pesquines de Luanco, para dedicarme por la tarde a la práctica de la pesca. El agua gorda significa que el agua esta oscura pero no revuelta de mar de fondo, sino de marejadilla o similar.
En un muro de la dársena de fomento, una de las laterales del parking subterráneo, ha y una higuera. Si una higuera, o sea una figar en asturiano, y crece desde una de las aberturas de uno de los bloques que conforman el dique hacia la mar. Ensimismado con mi descubrimiento le he sacado unas fotos que claro como yo no soy experto en esa disciplina, no sé cómo las veréis pero os las ofrezco en varias posiciones.

Repito que no sé cuántas personas se han percatado de semejante hecho y digo esto porque yo estaba mirando el agua y no me daba cuenta de semejante rareza hasta que mi mirada se detuvo en el árbol y recapacitando me dije: ¡coño ahí hay una figar! No puede ser. Pues sí que era, es decir que sí que es y a las pruebas me remito. Y mi siguiente pensamiento fue ¿cuantas personas, como yo habrán visto el arbolito y no ha reparado en que era, creerían que era un ramasco cualquiera, tal como yo pensé al verlo de forma distraída? Tal vez.
Os dejo las fotos que le he sacado en la esperanza de que todo aquel que pase por semejante sitio se pare, la observe y mantenga, como yo, la esperanza de que dentro de varios años, continúe en el mismo lugar.
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