sábado, 8 de octubre de 2011



En un espigón de la zona de la playa de Poniente de Gijón, hay una terraza publica en la que asienta la cafetería Banus con sus sillas dispuestas en dirección a esta vista.
Desde esa terraza, cómodamente sentados, ya sea en las sillas de la cafetería o en los banco público se puede observar, en días soleados, la puesta del sol, dejandonos imagenes tan preciosas como esta, donde el comtrapunto lo ponen las embarcaciones fondeadas en el puerto.
El momento puede suponer un remanso de paz y un espectáculo maravilloso siempre que el espíritu del que observa esté dispuesto a ello.
Si se tiene media hora libre y se quiere participar en  la visión de este ocaso, no duden que merecerá la pena. Mientras sus ojos fijan la visión en la retina para retenerla durante mucho tiempo, relajen la mente, no piensen en nada que no sea la belleza del momento y creo que serán felices, al menos durante un tiempo.

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